EL CIELO PARA LOS MUISCAS


El venado:

El venado o guahagüi en lengua muisca representa el corazón del cielo encarnado en la Tierra, este ser guarda en su memoria la información del universo, de cada estrella, en sus ojos encontrarás el legado de cientos de años de observación del firmamento.

Las lagunas:

Para observar el firmamento no es necesario realizar grandes infraestructuras, tan solo basta con acudir a las montañas, el lugar donde habita el guahagüi y se encuentran decenas de lagunas sagradas o xiua (en lengua muisca) que sirven como observatorios de las estrellas. En sitios específicos de las lagunas y por medio del reflejo en el agua es posible reconocer el cielo.

Constelaciones:

Para los muiscas, el cielo guarda conocimientos y saberes, en cada región del firmamento confluyen factores comunes y elementos místicos que forjan la identidad de cada fragmento, asemejándose a constelaciones, porciones que dividen el cielo y están cargadas de símbolos significantes.

El tiempo:

La observación astronómica sistemática es una práctica importante para los muiscas, pues les permite reconocer el paso del tiempo, identificar las dinámicas del lugar en donde habitan, así como los movimientos progresivos en el firmamento y la presencia o ausencia de objetos celestes.